martes, marzo 29, 2005

Un Delirio...

La brisa llenaba mis pulmones intoxicados y, simplemente, sucedió. Aquel instante, cerré mis oídos y tape mis ojos para esperar la metamorfosis de este cuerpo entero que tengo. La vida es así, a veces los deseos son cumplidos y uno no está preparado para recibirlos como corresponde.

Había crecido, sí, pero amorfo, desorientado y con la garganta seca de tanto pensamiento atrapado en la punta de mi lengua.

Recostado sobre un arenal húmedo y descolorido, quise erguirme para tocar esa nube blanquinegra que silbaba mi nombre, sin embargo no pude.

Deseoso de crecer para tocar el cielo, me sumí en una profunda depresión. Fue cuando un espejo, la imagen de mi mismo, habló: "Bixente, suicidio es una solución muy fuerte para sobrevivir." Y me creí. Al menos por ahora, que siento crecer mis uñas sin control.

Desde entonces espero beber cuando llueve y comer cuando algún insecto se posa en mi boca. Es extraño, pero esta depresión me ha obligado a masturbarme con cierta regularidad para sentir que, algunas veces, también puedo reír en el éxtasis de este amor pragmático y exento de celos.

Desde entonces –también- espero reírme a fuerzas y despertar sobresaltado con la esperanza de volver a mi forma y seguir intentando abrazar el cielo. Conversar con pájaros trinadores y burlescos, los mismos que -hoy por hoy- lo único que hacen es cagarme el cuerpo y la camioneta roja que estacioné al costado de un perfumado motel céntrico.

1 Comments:

At 1:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

Te hace falta ayuda amigo mío, para sacarte esas frustraciones hechas por ti, se libre algún día y no temas a la vida, siempre mira hacia adelante, fija tu norte y navega hacia él y si en el camino te desvías de tu track vuelve a él con mas ganas y con mas entusiasmo que este viaje es corto y debes disfrutarlo.

 

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